AUTOR/A(ES/AS)

Jesús Eduardo Domínguez Vargas

RESUMEN

Observar, según el Diccionario Etimológico en línea, tiene su raíz latina en la palabra obver – vare: “mirar con atención”. La construcción morfológica es: prefijo ob- (delante) y servare (tener, guardar, conservar). Es decir, guardamos, tenemos y conservamos lo que hay delante de nuestros ojos. Eso que ponemos delante, que guardamos y conservamos es una de las acciones más antiguas de la humanidad: es una forma de construcción de la memoria y del sentido del mundo. Mirar y observar y, sobre todo, cómo miramos y qué observamos, hace parte de una apuesta política y de construcción cultural. De allí, que toda observación dependa de una hermenéutica del sujeto, de su capacidad interpretativa y, por lo tanto, deviene de tres factores: el mundo referencial, la capacidad de encontrar múltiples sentidos y la mirada crítica que al fenómeno se observa.

DOI

https://doi.org/10.59486/QYWA5655

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Hermenéu- tica de la mirada ·

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